

¿Cómo carajos me puede beneficiar un mal amor y terminar en una buena tusa? Pues nadie nos asegura nunca que aquello que comenzó con mariposas termine en indigestión. Sin embargo, de cómo asumir la tusa si se pueden dar indicios, no para superarla o evitarla, sino para aprender de ella y ver todo lo positivo y en últimas, enfocarse en las ventajas o beneficios que trae una buena tusa (o mala, todo dependerá de cómo se asuma).
La visión del escrito es netamente desde la experiencia y la sabiduría que da atravesar tormentas y salir vivo. Así que, si por casualidad has llegado acá porqué andas en busca de apoyo, encontrarás una mirada diferente sobre las 15 cosas que he aprendido después de un mal de amores:
Será la mayor ganancia de todas. El gran culpable de que una pena de amor nos de tan duro es que hemos olvidado amarnos a nosotros antes que a otra persona. La mayoría de veces hemos permitido que nos lastimen, nos volvemos dependientes de lo poco o mucho que nos dan desde afuera. Recuperar el amor propio será lo 1ro que se deba hacer para amar a otros.
El encuentro con el dolor nos hace ver a Dios más de cerca, por eso es que casi siempre cuando estamos mal acudimos a ese ser superior en el que creemos. La tusa no profesa una religión en particular, solo sabe ayudar a los hombres y mujeres a volver a su centro, a su niño interior, a ese diálogo interno con nosotros mismos y con Dios. De este encuentro se desprenden en gran medida las siguientes:
Sólo cuando tu corazón ha experimentado dolores del alma es que tiene la capacidad de aliviar el dolor de otro, de remediarlo o evitarlo. Actuar con mayor consciencia hacia el dolor propio y ajeno nos permite ser mejores seres humanos, nos conduele más el sufrimiento y nos impulsa a aliviarlo si está a nuestra alcance. De cara a un nuevo amor, servirá para hacerse menos daño la próxima vez con seguridad. o incluso, pedir perdón si ha sido nuestra culpa causar ese dolor. ¿Necesitamos más compasión en este mundo no creen?
Una palabra a veces difícil de pronunciar pero indispensable para aprender y practicar. La resiliencia es tu capacidad de levantarte cada vez que caigas, tan simple como eso. Se refiere a todo el proceso de superación de sucesos dolorosos o traumáticos como la muerte, duelos, accidentes y si, tusas. Ahora la usan hasta en las organizaciones para programas de felicidad, si, de felicidad, bien se dice que la resiliencia potencia la felicidad porque te da la fortaleza para enfrentarte al dolor y salir bien librado y mejorar tu autoestima.
No conciente sino consciente, que no es lo mismo, siendo esta última la que te permite el entendimiento, el reconocimiento y reflexión de nosotros mismos y nuestros actos. Y es que es precisamente esa reflexión la que nos lleve a la conciencia, que es la distinción entre el bien y el mal. Ser responsables y conscientes de nuestros actos nos permite en definitiva sentir, pensar y actuar en coherencia con la vida, estamos más alertas y perceptivos al entorno. Sabremos con más conciencia también, que cada acto nos hace responsables de sus consecuencias, buenas o malas, pero responsables únicos.
El hecho de ser compasivos también nos facilita el comprender mejor procesos de todo tipo, pues el ponerse en los zapatos del otro nunca fue tan fácil como cuando has pasado por la misma. Aprendes que escuchar no es lo mismo que oír y eso te vuelve más atento a las necesidades y comunicaciones de los demás. La intuición será tu acompañante en este proceso.
De por si la palabra apreciación es una de mis favoritas; todo lo que implica la grandeza de simplemente percibir con los sentidos en su plenitud cada aspecto, detalle o elemento de la vida. El estar más alerta es fundamental para apreciar esos pequeños detalles que antes pasábamos desapercibidos. De repente aprecias más la belleza individual de una flor, de un jardín, del saludo no valorado antes, etc.
Se desprende de las anteriores, encuentras que se hace más agradable alejarse, caminar o compartir con los amigos o incluso, un desconocido se convierte fácilmente en una buena compañía. Ese contacto además con la naturaleza te permite respirar más profundo, cerrar los ojos y sentir a plenitud el aire, el viento, los sonidos y olores de la naturaleza. Un amanecer o un atardecer, como en mi caso, son inspiraciones sencillas para sentirse motivado.
De la saga de las anteriores, de repente te gustan otros colores, percibes mejor otros olores y hasta cambias de perfume, de ropa o decoración. Asumes que hay vida más allá del blanco y negro del oscuro frío de la soledad impuesta o el hueco profundo del que crees no saldrás. Será tan oscuro y tan profundo como lo decidas.
No podría faltar el hecho de que aprenderemos a estar en silencio, a estar a solas y a vivir en una buena soledad con nuestra propia compañía sin necesidad de llenar vacíos afuera o buscando escapes. Disfrutarás pasar tiempos solo contigo, viendo pelis, cocinando, escribiendo, leyendo o simplemente, ¡far niente! 🙂
O en resumen, con seguridad, cuidarás más de tu aspecto, tu cuerpo y salud, buscarás el equilibro de mente, cuerpo y espíritu; valorarás y vivirás una vida más saludable, entenderás que el equilibrio es fundamental para vivir mejor, más feliz y tranquilo. Que ya no cederás con facilidad tu paz interior al que te fastidia o que los cambios de look te suben el autoestima. Si no nos consentimos nosotros mismos ¿cómo esperar que otros lo hagan?
… cuando pase el desamor claramente! Tengo presente cada día de mi vida que una de las cosas que más me dolió perder fue mi capacidad de sonreír, las fotos eran una tortura. Prometí que ya nunca más perdería mi arma más letal, mi sonrisa 🙂 Así que ánimo, es temporal el llanto, de hecho llora todo, pero no olvides que siempre sale el sol… y tu sonrisa!
Sabrás que el secreto de la paciencia no es saber esperar sino cuando dejar de hacerlo. Ten paciencia con tu proceso, con tu duelo y habrás entendido que el dolor es temporal pero la recompensa es eterna. Como dicen por ahí todo tiempo es perfecto y en él se aprende a recibir lo que se necesita, sin presionar, sin apuros, sin forzar. Cree en tu intuición.
Respetarás más los procesos personales de tu prójimo. Por la compasión ¿recuerdas? Si antes nos creíamos jueces de otros, pues después de un proceso como estos, créeme que la vida del otro y sus intimidades te importaran menos. Recuerda que cada quien está librando su propia batalla y todos pecamos de maneras diferentes. 😉
Aquí voy, pintando la casa, recogiendo el reguero, abriendo la puerta e intentado una vez más amar amándome, amar amando a mi prójimo, amar amando mi entorno y mi vida a plenitud! 🙂
Finalmente terminas agradeciéndole al desamor su paso por tu vida, porque solo a través de él y del amor, es que hoy vivo la vida sin miedo a amar ni fallar en el intento <3
(Para los que me han preguntado si es que estoy entusada, les diré que no. Que soy muy feliz, pero que fue una de las temáticas propuestas por uds mismos en este blog y de las maestrías más bonitas de la vida)
12 claves para vivir con propósito
7 libros que despertarán tu espiritualidad
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2 Comments
Excelente!! Cada punto es muy real y se vive con dolor pero se supera con grandeza.
Así es Johanna, el amor trae aprendizajes de vida invaluables que debemos recibir con humildad para crecer y fortalecernos a través del dolor. Un abrazo y no olvides suscribirte al blog! @JoannaPrieto