

Y es que amar con miedo hace parte de la búsqueda por el equilibrio; muchas veces abandonamos el camino hacia el amor verdadero porque nuestros miedos son más fuertes, porque creemos que al no amar nos protegemos y evitamos que nos lastimen. Es una apreciación equivocada sin duda, el encuentro con el amor y aún más con el desamor, es lo más cercano al equilibrio, gracias a esas tusas* dolorosas es que logramos también acercarnos más a nosotros mismos y curiosamente, a Dios. Son esas formas impensables de volver a Él y/o en las que Él también nos busca. El truco está en entender que es precisamente el amor (que a veces se disfraza de desamor) el que nos salva y nos permite volver al centro, a lo esencial. Sin miedo a amar
Apenas hace un tiempo comprendo que después de pasar un doloroso proceso de desamor, es que precisamente ese amor (el que salió de mi), me había salvado de mí misma. No supe nunca si al final, la entrega fue mutua, pero sin importar la parte del otro -que no me corresponde, supe que yo había vuelto a estrenar el corazón y había visto el amor de frente, aunque me haya negado a aceptarlo y al final el miedo haya ganado y no la fuerza equilibrada del amor.
El amor, como el desamor, son fuerzas que buscan el equilibrio. Por eso debemos permitirnos sentirlas y dejar que muestren y enseñen su verdadero poder. Así que la próxima vez que pases por una tusa o pena de amor, o si estás en ella, respira con la tranquilidad de que estás equilibrando tu vida, que el lado oscuro o el dolor llega para “despertarnos” y recordarnos que estamos vivos. Hace parte de educarnos, aprender a fortalecer nuestra inteligencia emocional y espiritual.
No se trata de sufrir, sino de evolucionar a través del dolor, de las emociones y de los más profundos sentimientos.
Sentir amor, no siempre significa saber amar. Muchos amamos las primeras veces basados en nuestros miedos, inseguridades y cometemos infinidad de errores, lo cual no es malo, al contrario, en cada amor y su respectivo desamor aprendemos y desaprendemos para hacerlo mejor cada vez. Así que debemos darnos siempre la oportunidad de volver a enamorarnos cada vez sin perdernos a nosotros mismos en el proceso de amar a otro. Ante todo debe primar el amor propio, si lo pierdes, te pierdes y es el inicio del fin. No se trata de culpar al amor, sino de corregir nuestros errores en el proceso de amar.
Es probable que funcione, como también que se acabe, la vida es eso, constantes inicios y finales, no hay nada para siempre, así que la dinámica no es esperar disfrutar a mañana pensando que las cosas, personas o sentimientos seguirán ahí, no, no es así. Debemos disfrutar de la abundancia que se nos da a manos llenas cada día y que nos negamos en ver. No tengan miedo de amar, de fallar, de caer y levantarse. La vida se trata de saber bailar al ritmo que suene y disfrutarlo, se trata de ser flexibles, no exigirnos al límite para castigarnos cada vez que nos salimos del molde o no logramos las cosas como esperamos. Debemos planear pero no ser rígidos si hay desvíos. Somos los mayores críticos de nuestras vidas, y el látigo (autocrítica) nos ciega frente a las verdaderas posibilidades de vivir en la abundancia de la vida. ¿Acaso no es suficiente este día de vida, con salud, con tu familia, con tus amigos, con un techo y comida? Es probable que todos o ninguno lo tengamos de la misma forma, unos más que otros con seguridad, la diferencia estará en cómo cada quien decida ver la vida, porque creas tu realidad con tu forma de verla y vivirla. Aún el más rico es pobre de espíritu y el más pobre el más feliz de tener lo que tiene.
Mi mensaje es al final, no condenar al amor, al contrario, es amar con toda, con el corazón siempre, mostrar las cicatrices es parte del juego de la vida, la mayor protección ante un corazón roto será aplicar lo aprendido, el mayor blindaje no es no experimentar la vida y sus vaivenes sino afrontar cada vez con más sabiduría, equilibrio y amor tu paso por la tierra. Comienza ahora ¡confía!
Sin miedo a amar es un escrito con cariño para aquellos que viven el lado oscuro del amor o para los que hoy brilla el sol en su corazón. ✨
*Tusa: término muy colombiano para definir el desamor o mal de amores.
Te invito a leer: 15 cosas que aprenderás después de un mal amor y una buena tusa
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