maestria personal

Maestría personal, de espectador a protagonista

Así es, debemos aprender hoy más que nunca a pasar de ser meros espectadores pasivos de nuestras vidas, a protagonistas activos que decidimos con verdadera maestría personal a gobernarnos, gestionarnos, auturregularnos y sobretodo, a cocrear con determinación la realidad que queremos. La maestría personal es ser dueños de nuestro destino, tener el control, ser el conductor y trabajar cada día en ser mejores, y en quién nos queremos convertir con acción masiva.

La base de una marca personal, de esa que tanto les hablo, es ser primero el dueño de esa impronta o esencia de quién soy para saber qué huella quiero dejar. Será cada uno de nosotros quien con cada paso, vaya dejando el legado y la huella que dejará en otros y en su camino. Solo así tendrá sentido comprender que lo que hagas por tu desarrollo personal tendrá un gran impacto en otros. Comencemos:

Propósito y visión

¿A dónde quieres ir? ¿quién eres? y tal vez más importante ¿en quién te quieres convertir? Saber hacia dónde vamos, esa mirada al horizonte es nuestra visión personal. Entiendo que es complejo; a veces queremos saber con certeza lo que haremos en tiempos futuros, acá el quid del asunto, debes enfocarte en quién quieres ser, no lo que harás. No habrá certeza, pero tienes una herramienta valiosa, tu propósito de vida. Escucha tu corazón para encontrarlo y sigue esa intuición, es la verdadera brújula que necesitas para enrumbarte a tu destino.

Learnability, aprender a desaprender

Si hay una herramienta poderosa para la maestría personal es nuestra capacidad de aprender a desaprender y hacer cada vez más rápido y mejor. Aprender a abandonar sin tanto drama o dolor todo aquello que ya no nos suma hoy es fundamental. Es como llevar en cajas al cuarto de san alejo lo que ya no hace juego en la sala de la casa.

Necesitamos espacio para recibir todo lo bueno de lo nuevo. Learnability, por su definición en inglés, es una as bajo la manga en todo instante. Te invita a reflexionar sobre lo que debes dejar atrás, nuevos hábitos, constumbres, ideas, creencias, modelos mentales, etc. Nos cuesta porque somos de costumbres y la zona de confort nos encanta. ¿Quieres cosas o experiencias nuevas? Da gracias a tu viejo yo y decídete a ser mejor que ayer. 

Inteligencia emocional

Mucho nos han hablado de ello, pero si el río suena piedras lleva dicen por ahí. Saber gestionar nuestras emociones es obligatorio para que sepamos reaccionar y enfrentar las diferentes circunstancias que no siempre serán como esperamos. ¿Cuántas emociones no conocemos aún, no hemos estrenado y rechazamos? Algunas creencias y el miedo son malos influenciadores pues nos previenen -en la mayoria de los casos- de experimentar a plenitud emociones que nos causan dolor. Ahora, no se trata solo de nosotros sino también de nuestra capacidad de ponernos en los zapatos de otros, a partir de la empatía y nuestras habilidades sociales.

Inteligencia comunicacional

Si, cómo comunicamos marca la diferencia entre realmente ser asertivos y acertados de cara a nuestra maestria y sobretodo, hacernos responsables y conscientes de nuestro rol y resultados en el proceso de comunicación sea como emisores o receptores. A diario fallamos en nuestro lenguaje, tono, palabras, expresiones, etc, de ahí que se devienen con constancia problemas con nuestra familia, amigos, equipo o audiencias. Ojo que acá es muy importante también saber escuchar, y hacerlo empáticamente, saber callar cuando sea prudente. Y no olvidar que las palabras tienen poder.

Mis relaciones interpersonales

Un estudio sobre felicidad, nos dejó pistas sobre este tema, pues a lo largo de 70 años las personas y variables estudiadas afirman que lo más importante hoy son las relaciones interpersonales. De qué tan sanas sean nuestras relaciones con amigos, familia y diferentes círculos. Para nadie es un secreto que las relaciones tóxicas socavan con el tiempo la estabilidad emocional.

Así que decide escoger bien con quién si y quién no quieres caminar en la vida. Gente que sume, que quiera verte feliz y mejor cada vez. Debes aprender a ser un relacionista público por excelencia y poner límites cuando sea necesario.

Recuerda que puedes decidir ser feliz, que las crisis se conviertan en oportunidades, enfócate en tu desarrollo personal, en educar y cultivar tu espiritualidad y trabajo interior. Esta es la verdadera base de todo lo que quieras alcanzar en la vida. Potencia tu vida ahora, sacar todo lo mejor de ti día a día. Desde mi programa de Marca Personal te enseñaré a ser y hacerlo.

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Libros:

Maestria personal, el camino del liderazgo. Oscar Anzorena

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Joanna Prieto

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