

El tema de la renuncia es un lindo tema, porque goza de muchas interpretaciones y condicionantes. Pero eso justamente no es lo más atractivo del tema, sino de lo que el ser humano es capaz de soportar por no renunciar. Y aunque muchas veces tiene que ver con zona de confort o costumbre, me he dado cuenta que otras tantas es por “el qué dirán…”
Qué van a pensar de mi si abandono esto a mitad de camino, o dejo mi carrera que ya no me satisface o dejo mi trabajo porque no me hace feliz. Somos capaces de condenar el resto de nuestra existencia a decisiones basadas en condicionamientos externos. Literalmente, somos mazoquistas.
El libro “El Abismo” de Seth Godin habla de cuándo nos conviene renunciar, cuándo es un buen tiempo para hacerlo y plantea una serie de “fórmulas” para detectarlo. Se los recomiendo.
Gracias Joanna por el post, muy completo y motivador.
Saludos!
Gracias por la recomendación del libro Franco. Me alegra leerte por acá y saber que es motivador. No olvides suscribirte al blog para seguir compartiendo el camino del desapego! 😉 @JoannaPrieto
Siguiendo con el hilo, luego de leer los comentarios de Cata, Joanna y Franco, sobre este tema les comparto que, siendo el optimismo muy positivo para la salud, entre otros aspectos, hay ocasiones en las que este no es recomendable. ¿Cuándo? En circunstancias en las que identifiquemos que el riesgo es importante. Por ejemplo, y de forma sencilla: si me tomo un par de tragos y tomo el carro pensando en que no me pasará nada…
De nuevo, gracias Joanna por la confianza que me ha ofrecido para compartir en su sitio. ¡Saludos!
Muchas gracias Andrés por compartir con nosotros tu comentario. Positivismo vs riesgo. Un abrazo!
Joanna,
Más interesante y acertado este artículo no puede ser. En ocasiones como decía Napoleón Bonaparte “hay que retroceder dos pasos para avanzar uno”, sin embargo no significa andar como cangrejos siempre hacia atrás, pero sí es cierto que se requiere mirar el pasado para aprender de los errores cometidos. De igual manera es verdad que salir de la zona cómoda no es fácil, como bien se dice en el video ¿te atreves a soñar? que publicaste en el artículo ¿te atreves a salir de tu zona de confort? (el cual por cierto recomiendo), existe una zona de pánico que se debe atravesar para llegar a la zona mágica donde pueden ocurrir cosas increíblemente bellas, las cuales nos ayudan a “dar el salto” y así dejar de “ser uno más del promedio”. Es necesario que la motivación enfrente y supere al miedo. Definitivamente tú y sólo tú eres el arquitecto de tu vida. Pienso que este y muchos otros de tus artículos (la vida es una constante alternativa; las palabras tienen poder, PNL para la vida; aprender a ser feliz, cuestión de soltar, abandonar y fluir; y algunos más) definitivamente tienen una estrecha relación y es imposible dejar de leerlos, disfrutarlos y aprender de ellos. Gracias por tan interesantes publicaciones.
Luisa, muchísima gracias por leer mis artículos y que te aporten a tu crecimiento. Lo importante siempre es poder ser conscientes y responsables con nuestros pasos. Definir nortes, a veces sin mapas ni planes para no ser rigidos con la vida ni con los logros y desaciertos. Viajar ligeros de cargas que muchas veces nos imponemos. A salir de las zonas de confort! @JoannaPrieto
[…] Cuando estás viviendo con propósito, ya no huyes de tus problemas, los enfrentas. Ya no culpas a otros por lo que ha salido mal en tu vida, por tus errores, por tus elecciones. Entiendes y aceptas con plena responsabilidad que todo lo que eres, tienes y has logrado (bueno o malo); hoy eres el resultado de lo TÚ has elegido ser. La buena noticia es que cuando no obtengas los resultados deseados, identifica con consciencia qué debes cambiar (tú, no los demás) y tomar acción, solo tú puedes virar el timón el barco para ir hacia la dirección correcta. Ser responsable te permite mantener el foco. ¿Qué te está molestando en este momento? Identifícalo y cámbialo tú. ¡Asume el control de tu vida! […]
[…] Cuando estás viviendo con propósito, ya no huyes de tus problemas, los enfrentas. Ya no culpas a otros por lo que ha salido mal en tu vida, por tus errores, por tus elecciones. Entiendes y aceptas con plena responsabilidad que todo lo que eres, tienes y has logrado (bueno o malo); hoy eres el resultado de lo TÚ has elegido ser. La buena noticia es que cuando no obtengas los resultados deseados, identifica con consciencia qué debes cambiar (tú, no los demás) y tomar acción, solo tú puedes virar el timón el barco para ir hacia la dirección correcta. Ser responsable te permite mantener el foco. ¿Qué te está molestando en este momento? Identifícalo y cámbialo tú. ¡Asume el control de tu vida! […]
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[…] El paradigma de "pa tras ni pa tomar impulso" nos invita a reflexionar sobre ¿Cuándo es apropiado optar por la renuncia? Felicidad y propósito de vida. […]
Disonancia cognocitiva: cuando nuestra mente busca mil razones e institivamente ‘oculta’ el lado oscuro de las ideas, en orden de poder seguir fantaseando. Y es que fantasear nos hace felices, nos llena de motivos y nos empuja a continuar trabajando por lo que queremos. Incluso ocultando, ese lado ‘negativo’ que trae el disfrute de dichas fantasías. Fantasear ayuda un montón, así como lo es el método acá descrito. Los sicólogos lo llaman técnica de contraste y es acompañar la fantasía con la lista de responsabilidades que ésta trae. Como cuando al superhéroe le dan el poder, y debe descubrir que éste también es una carga. Si estamos dispuestos a asumir la responsabilidad que traen nuestros sueños, incluso en su lado mas oscuro, no solo seguiremos trabajando en ello hasta lograrlo, sino también lo merecemos. Y al final, solo recibimos lo que creemos merecer.